Tres años de
boletín
C
on el anterior nú
m
ero de este
boletín
de la co
m
pletába
m
os tres años de
publicación de este
m
odesto órgano de expresión de nuestro
m
odesto colectivo de
C
ristianos
de
B
ase
. E
s una ocasión apropiada para recordar que su publicación es muy relacionada con lo
que son y la finalidad que tienen las co
m
unidades cristianas populares o de base
. Y
a indica
m
os
,
en alguna ocasión
,
que no pretende
m
os sustituir a las parroquias
,
ni co
m
petir con ellas
. D
e
hecho
,
los
m
ie
m
bros de nuestro colectivo solemos participar en el culto parroquial
,
o
m
ás exacta-
m
ente
,
en vez de
participar
debiéra
m
os decir
asistir
”,
pues participación
,
lo que se dice parti-
cipación
,
la Iglesia institucional no contempla ninguna para el personal laico.
E
n efecto
,
nuestras co
m
unidades de
I
glesia de base intentan superar en su funciona
m
iento
,
pero sobre todo en la finalidad que persiguen, las insuficiencias y carencias del aparato ins-
titucional de la Iglesia. Como decíamos en uno de los números de este boletín, en tanto las
parroquias funcionen como funcionan se hacen necesarios grupos como el nuestro si quere-
mos hacer algo parecido a lo que Jesús espera de sus seguidores, pero sobre todo se hace
necesario que lo que somos y significamos en la Iglesia y en la sociedad sea conocido en la
Iglesia y en la sociedad. Esa es la función del boletín.
A
l igual que las teologías
,
las for
m
as de funciona
m
iento eclesial no son indiferentes
. E
n reali-
dad
,
dets de la for
m
a eclesial de funcionar hay una teología subyacente
. E
l proble
m
a que ve
m
os
en el culto de la
I
glesia institucional es precisa
m
ente eso
,
que es puro culto
. E
l culto que la
I
glesia
fo
m
enta se centra en
devoción
,
oración
,
adoración
E
ntendemos que el segui
m
iento que Jesús
nos pide es otra cosa. El Mesías Jesús no vino para establecer forma(s) de culto.
D
evoción
, o
ración y adoración ya existía bastante
,
de
m
asiado
,
en el te
m
plo de
J
erusalén antes
de que
J
esús naciera
. Y
lo mismo había también en los templos paganos, y además de forma
parecida. En todos los templos se quemaba incienso, se sacrificaban reses de forma similar,
se recitaban oraciones
,
se cantaban sal
m
os
… S
i eso es lo que co
m
place a
D
ios, no hacía falta
que enviase a ningún mesías. El Mesías Jesús vino para establecer otra cosa. Otra cosa que,
al parecer, la Iglesia institucional no quiere transmitir, pero que los grupos de Cristianos de
Base queremos recordar y recordárselo a otros. Es el mandato de Jesús: ser sal de la tierra y
luz de mundo, proclamar su mensaje, y si la Iglesia institucional quiere olvidarlo y lo mar-
gina, nosotros queremos recordarlo y publicarlo. Esa es la función del boletín.
E
l aparato eclesial no está
m
ostrando al
m
undo el rostro de
C
risto
L
ibertador
,
está secues-
trando su mensaje. A lo largo de los tres años de la publicación de nuestro boletín hemos
insistido en que los cristianos practicantes están siendo dirigidos a que vivan su religiosidad
como una práctica devocional, cultual; es un rebaño que está siendo conducido por sendas
extraviadas por unos pastores que traicionan su misión.
El precepto eclesial del culto dominical se formula como “oir” misa entera todos los do-
mingos y fiestas de guardar. Lo de “oir” deja claro que a los asistentes laicos se les reduce a
la condición de “oyentes”. En el culto eclesial, litúrgico, tiene la palabra sólo el “magis-
terio” eclesial. Se trata de una práctica cultual basada en los conceptos de devoción,
oración, adoración. Veamos un ejemplo concreto de una parroquia que puede ser bastante
típico de lo que es el culto católico en nuestro entorno
. Q
uienes asisti
m
os a la celebración
do
m
inical en ese te
m
plo
,
últimamente nos encontramos con el tipo de culto que a conti-
nuación se describe. La misa empieza con el siguiente canto de entrada:
B
oletín nú
m
. 57
- 16 de febrero de 2024
HEMOS VENIDO A ESTE LUGAR JUNTOS EN TU NOMBRE A ADORAR
HEMOS VENIDO A ESTE LUGAR JUNTOS EN TU NOMBRE A ADORAR
HEMOS VENIDO A ESTE LUGAR JUNTOS EN TU NOMBRE A ADORARLE A ÉL
VEN Y ARALE, SACERDOCIO REAL
VEN Y ARALE, PUEBLO SANTO
ADORA A CRISTO, NUESTRO REDENTOR
Y PRECIOSO REY DE GLORIA
LAS MANOS ALTAS LEVANTAD GLORIFICAR SU NOMBRE Y ADORAR…
Qué decepción, y qué confusión para quienes habíamos acudido con el deseo de reunirnos
con los seguidores de Jesús de Nazaret, según su mandato, para recordarle. Pensábamos que
recordarle era recordar su llamada a seguirle, para hacer lo que él hacía, para realizar su
proyecto de trabajar por el Reino de Dios. Pero en el culto que vemos allí nadie recuerda su
llamada, el seguimiento que pide, su proyecto del Reino… Allí sólo se trata de adorar y
glorificar. Jesús nunca pidió a nadie que le adorase, pidió que se le siguiese. Esa liturgia no
es inocente, subyace en ella la intencionalidad de que se olvide el trabajo por el proyecto de
Jesús y se le sustituya por
devoción
,
oración
,
y
adoración
.
El resto de la celebración era del mismo tenor. Otro de los cantos dice:
YO NO SOY NADA Y DEL POLVO NACÍ. PERO TÚ ME AMAS Y MORISTE POR MÍ
ANTE LA CRUZ LO PUEDO EXCLAMAR: TUYO SOY, TUYO SOY.
TOMA MIS MANOS, TE PIDO; TOMA MIS LABIOS TE AMO.
TOMA MI VIDA, OH PADRE, TUYO SOY, TUYO SOY
CUANDO DE RODILLAS YO TE MIRO JESÚS, VEO TU GRANDEZA Y MI PEQUEÑEZ
QUE PUEDO DARTE YO, SÓLO MI SER: TUYO SOY, TUYO SOY.
O sea, más culto descomprometido: alabanza, adoración… Por ninguna parte aparece la lla-
mada de Jesús a seguirle y la misión que nos encarga. Se trata sólo de una relación personal
con él (TÚ ME AMAS), (TUYO SOY)… El prójimo no aparece por ninguna parte. Sin
embargo Jesús dejó claro que lo que hiciéramos por los demás, bueno o malo, es como si se
lo hiciéramos a él. Pero en este culto alienante los demás, el prójimo, no aparecen por
ninguna parte. Se trata precisamente de eso, de fomentar el individualismo para no compro-
meterse en la construcción del Reino.
Todos los elementos de la liturgia de la celebración parecen haber sido escogidos adrede
para fomentar el individualismo, la relación personal con el cielo, olvidándose del prójimo
y sus necesidades, olvidándose de los problemas del mundo y de lo que Dios quiere que
hagamos para remediarlos. El canto final de la celebración es otra perla de ese tipo:
HOY TE QUIERO CANTAR, HOY TE QUIERO REZAR, MADRE MÍA DEL CIELO
SI EN MI ALMA HAY DOLOR, BUSCO APOYO EN TU AMOR
Y HALLO EN TI MI CONSUELO
HOY TE QUIERO CANTAR, HOY TE QUIERO REZAR, MI PLEGARIA ES CANCIÓN
YO TE QUIERO OFRECER LO MÁS BELLO Y MEJOR QUE HAY EN MI CORAN
POR QUE TIENES A DIOS, PORQUE TIENES A DIOS, MADRE TODO LO PUEDES
SOY TU HIJO TAMBIÉN, SOY TU HIJO TAMBIÉN Y POR ESO ME QUIERES
D
igámoslo claro
,
si
D
ios quisiese que la relación con
É
l fuese de ese tipo, unipersonal, no haría
falta acudir a ningún templo
. E
se tipo de oraciones lo puede hacer uno
m
is
m
o privadamente.
S
e supone que la
C
elebración
E
ucastica es co
m
unitaria
,
y por lo tanto debe tener un contenido
de co
m
unidad
,
de asa
m
blea
. L
a religiosidad bien entendida es la que tiene co
m
o finalidad el bien
de las personas
,
la ar
m
onía en la co
m
unidad hu
m
ana
,
la que fo
m
enta actitudes y actividades en favor
de los otros (
a
m
a al próji
m
o co
m
o a ti
m
is
m
o
)
,
no la que se vuelca en una relación personal
,
privada
,
del ho
m
bre con
D
ios:
. L
o
m
ás i
m
portante es extraer del texto evangélico la enseñanza
que aporta, algo cuya falta se está percibiendo en bastantes
m
isas parroquiales
. L
a utilidad
de las asa
m
bleas co
m
unitarias es que nos per
m
itan ver y juzgar esas cuestiones
;
ver y juzgar para
actuar
,
algo que a los do
m
inadores del siste
m
a no les interesa que se i
m
plique la gente.
Una Celebración Eucarística que no sirve para recordarnos nuestra misión de construir en el
mundo el Reino de Dios, no sirve para nada. El trabajo por la construcción de ese Reino
implica enfrentarse a los poderes que se le oponen, al injusto sistema dominante. Jesús y los
profetas, así como muchas figuras de la Teología de la Liberación pagaron con su vida el
enfrentamiento contra ese sistema. Pero la Iglesia institucional está en otra onda: se alió
con ese poder e incluso forma parte de él, traiciona el Evangelio, no aspira al Reino
de Dios sino al reino de este mundo.
E
n las celebraciones litúrgicas
,
entre tanta adoracn, tanto
“G
loria a
D
ios en las alturas
”,
tanto
C
redo
,
tanto
Santo, S
anto
, S
anto
apenas queda tiempo para estudiar el
E
vangelio y
extraer enseñanza de él
. S
ólo la lectura pida de un pasaje y la explicación a cargo del
celebrante
,
que la hace a su
m
anera
,
procurando que la interpretacn que da no colisione
en absoluto con los intereses de las clases do
m
inantes
. N
o ha lugar a opiniones de los
asistentes
,
ni siquiera a que pregunten si no han entendido algo
(
cosa bastante frecuente
)
o si no lo han oído siquiera
(
cosa también muy frecuente). Es que no se trata de una
asamblea sino de un rito, y los ritos no se interrumpen.
E
n nuestras reuniones de
C
ristianos de
B
ase
,
que sí son asambleas y no ritos litúrgicos,
to
m
a
m
os conciencia de esta proble
m
ática con nuestros debates y con el estudio de las obras
de teólogos co
m
petentes
. ¿C
ómo hacer llegar esa enseñanza al público en general?
C
on
nuestro bolen lo intenta
m
os
,
pero nos encontra
m
os con el
m
is
m
o proble
m
a que se encon
-
tró Jesús con
N
icodemo
. P
ara entender lo que se pretende decir con esto quizá sea con
-
veniente leer el arculo
:
E
l síndrome de
N
icode
m
o
, que publica
m
os en uno de los
m
eros
del boletín
. P
uede verse en la dirección de Internet:
http://188.171.161.205/~faustino/foroggl/articulos/hejmo/sn.html
N
icodemo era un pobre hombre al que le costaba asumir la enseñanza de Jesús porque
estaba muy influido por la formación religiosa judía que había recibido durante toda
su vida. De ese tipo de casos Jesús decía que era preciso nacer de nuevo, es decir,
liberarse del peso de tradiciones y costu
m
bres arraigadas
. E
n
m
ayor o
m
enor
m
edida
,
todos
so
m
os unos pobres
N
icode
m
os
. L
as iglesias cristianas
,
ta
m
bién la nuestra
,
son
m
áquinas
de fabricar
N
icodemos
,
exactamente co
m
o el judaísmo y cualquier otra religión
. E
n nuestro
caso, vemos lo difícil que es ir librándose de la morralla que se le pegó al cristianismo
a lo largo de los 20 siglos que pasaron desde que Jesús impartió su enseñanza.
A
es que
,
segura
m
ente
,
algunos lectores de este escrito se escandalicen de la crítica que
hace
m
os de la liturgia de la
m
isa y de los cantos que transcribi
m
os
m
ás arriba
. E
s que se
trata del tipo de religiosidad en el que fueron educados desde pequeños;
no ven
,
no pueden
ver
nada raro en eso
. E
se es el proble
m
a: hay que
nacer de nuevo
,
aprender de nuevo
.
L
a
I
glesia institucional no fo
m
enta la lectura y estudio del
E
vangelio y otros textos de
la
B
iblia
. T
al estudio serviría para que nos percatáse
m
os del enor
m
e divorcio que exis-
te entre lo que
J
esús enseñaba y el tipo de religiosidad que esa
I
glesia fo
m
enta
. E
l es-
tudio de la historia ta
m
bién serviría para ver
m
o la institución eclesial se fue confor-
m
ando a los siste
m
as de do
m
inación
. A
l igual que Jesús, no intentamos destruir nada
sino perfeccionar lo que hay. En esa tarea nos servi
m
os de los instru
m
entos de los que
dispone
m
os
,
co
m
o el
boletín
. E
n la
m
edida en que sea útil merece ser difundido. Tarea
difícil, pero ineludible. Como decía Pablo: Ay de mí, si no evangelizase.