HEMOS VENIDO A ESTE LUGAR JUNTOS EN TU NOMBRE A ADORAR
HEMOS VENIDO A ESTE LUGAR JUNTOS EN TU NOMBRE A ADORAR
HEMOS VENIDO A ESTE LUGAR JUNTOS EN TU NOMBRE A ADORARLE A ÉL
VEN Y ADÓRALE, SACERDOCIO REAL
VEN Y ADÓRALE, PUEBLO SANTO
ADORA A CRISTO, NUESTRO REDENTOR
Y PRECIOSO REY DE GLORIA
LAS MANOS ALTAS LEVANTAD GLORIFICAR SU NOMBRE Y ADORAR…
Qué decepción, y qué confusión para quienes habíamos acudido con el deseo de reunirnos
con los seguidores de Jesús de Nazaret, según su mandato, para recordarle. Pensábamos que
recordarle era recordar su llamada a seguirle, para hacer lo que él hacía, para realizar su
proyecto de trabajar por el Reino de Dios. Pero en el culto que vemos allí nadie recuerda su
llamada, el seguimiento que pide, su proyecto del Reino… Allí sólo se trata de adorar y
glorificar. Jesús nunca pidió a nadie que le adorase, pidió que se le siguiese. Esa liturgia no
es inocente, subyace en ella la intencionalidad de que se olvide el trabajo por el proyecto de
Jesús y se le sustituya por
devoción
,
oración
,
y
adoración
.
El resto de la celebración era del mismo tenor. Otro de los cantos dice:
YO NO SOY NADA Y DEL POLVO NACÍ. PERO TÚ ME AMAS Y MORISTE POR MÍ
ANTE LA CRUZ SÓLO PUEDO EXCLAMAR: TUYO SOY, TUYO SOY.
TOMA MIS MANOS, TE PIDO; TOMA MIS LABIOS TE AMO.
TOMA MI VIDA, OH PADRE, TUYO SOY, TUYO SOY
CUANDO DE RODILLAS YO TE MIRO JESÚS, VEO TU GRANDEZA Y MI PEQUEÑEZ
QUE PUEDO DARTE YO, SÓLO MI SER: TUYO SOY, TUYO SOY.
O sea, más culto descomprometido: alabanza, adoración… Por ninguna parte aparece la lla-
mada de Jesús a seguirle y la misión que nos encarga. Se trata sólo de una relación personal
con él (TÚ ME AMAS), (TUYO SOY)… El prójimo no aparece por ninguna parte. Sin
embargo Jesús dejó claro que lo que hiciéramos por los demás, bueno o malo, es como si se
lo hiciéramos a él. Pero en este culto alienante los demás, el prójimo, no aparecen por
ninguna parte. Se trata precisamente de eso, de fomentar el individualismo para no compro-
meterse en la construcción del Reino.
Todos los elementos de la liturgia de la celebración parecen haber sido escogidos adrede
para fomentar el individualismo, la relación personal con el cielo, olvidándose del prójimo
y sus necesidades, olvidándose de los problemas del mundo y de lo que Dios quiere que
hagamos para remediarlos. El canto final de la celebración es otra perla de ese tipo:
HOY TE QUIERO CANTAR, HOY TE QUIERO REZAR, MADRE MÍA DEL CIELO
SI EN MI ALMA HAY DOLOR, BUSCO APOYO EN TU AMOR
Y HALLO EN TI MI CONSUELO
HOY TE QUIERO CANTAR, HOY TE QUIERO REZAR, MI PLEGARIA ES CANCIÓN
YO TE QUIERO OFRECER LO MÁS BELLO Y MEJOR QUE HAY EN MI CORAZÓN
POR QUE TIENES A DIOS, PORQUE TIENES A DIOS, MADRE TODO LO PUEDES
SOY TU HIJO TAMBIÉN, SOY TU HIJO TAMBIÉN Y POR ESO ME QUIERES
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igámoslo claro
,
si
D
ios quisiese que la relación con
É
l fuese de ese tipo, unipersonal, no haría
falta acudir a ningún templo
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se tipo de oraciones lo puede hacer uno
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o privadamente.
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e supone que la
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unitaria
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y por lo tanto debe tener un contenido
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portante es extraer del texto evangélico la enseñanza